martes, 4 de agosto de 2015

Legacy of Kain IV

Por Mr. D, (Facebook,Patreon)

En medio de nuestra increíble renovación (la cual, si lees esto más allá de agosto 2015, no notarás) hemos decidido regresar (y terminar, prometido) nuestro increíble resumen de una de las más geniales y poco valoradas sagas videojueguiles de vampiros: Legacy of Kain. Ya hemos explorado su primer juego: Blood Omen: Legacy of Kain; además de su segunda entrada: Soul Reaver; y la cuarta entrega de la saga: Legacy of Kain: Blood Omen 2. Ahora, con un enorme gusto, tenemos el honor de traerles uno de los mejores juegos de esta pentalogía (asumo que se dirá así):

LEGACY OF KAIN: SOUL REAVER 2

Primero, el intro (que es el ending del Soul Reaver 1):



CRIBS: Fortaleza Zarafan

Como se ve al final del intro, Raziel es recibido no por otro que Moebius, el ex-vampiro trata de herirlo con su cegadora de almas (véase El Santuario de los Clanes) pero descubre que un báculo que porta su anfitrión desactiva el arma, a lo que Moe reacciona sorprendido, explicando que su bastón debilita a los vampiros. Tienen entonces una corta conversación en la que el tejedor del tiempo le cuenta que se encuentran 30 años antes de los eventos de Blood Omen: Legacy of Kain, una época en que aún no se han corrompido los pilares por la muerte de Ariel (véase Los Pilares de Nosgoth) pero ya Vorador masacró al círculo de los nueve guardianes de los pilares (véase Intro Blood Omen). También le muestra en donde se encuentra Kain (parado entre los pilares, haciendo roña) y le recomienda encarecidamente que le de muerte. Razi lo ve desparecer no sin antes escuchar que se encuentra en la fortaleza Sárafan y que tendrá que tener cuidado, pues lo atacarán.

Nuestro azul héroe empieza a deambular por la fortaleza, encuentra un dispositivo temporal cerrado y luego un poco más adelante la cámara mortuoria de Guillermo el Justo (véase Ottmarsi y Guille), allí ve una cegadora de almas vieja (material), la que el bueno de Guillermo solía tener, cuando se le acerca la cegadora espectral se desenvuelve y se une a la material, reparándola, Raziel siente una gran distorsión espacial justo antes de sentir como la espada pareciera succionar su energía vital, de lo que logra zafarse con dificultad. Justo entonces Moebius se aparece, sin su bastón, lo que Razi aprovecha para amenazarlo con la espada espectral, antes de que le dé un golpe letal, el tejedor le cuenta que no debería matarlo, pues ambos sirven a “la rueda de la vida”, a Elder God (aunque no pareciera saber cómo se ve).

Luego de que Moe se va, Razi ve un vitral donde se muestra la muerte del “temible” Janos Audron y como le sacaron el corazón (véase El edén oscuro), preguntándose si es tan malo como se muestra. Más tarde entra a un mausoleo donde están los cadáveres de él y sus hermanos (Bichos y cadáveres), honrados como los grandes héroes que acabaron con el antiguo vampiro.

Los pilares, al carajo

Nuestro héroe finalmente sale de la fortaleza (y la lección de historia Sárafan), ve unos vampiros empalados sin mayor diferencia alguna y luego llega a los Pilares, donde se encuentra con Kain. Juntos contemplan como los pilares se corrompen, pues Ariel está siendo asesinada en ese momento. Ambos dialogan sobre lo que Kain le provocará al mundo al no aceptar su muerte, a lo que el vampiro responde hablando de la posibilidad de una tercera opción a las que se le presentaron, explica que no cree que todo se reduzca a su sacrificio o la condena, si no que busca algo más, algo que cambie su destino. Con esta idea, Kain insta a Raziel para que explore y descubra un poco más de quien es; luego desaparece.

Raziel explora un poco y descubre una puerta cerrada, que solo se abre al portador de la cegadora. Una vez adentro, encuentra unos murales con figuras parecidas a él (pero menos molidas a palos). Un tanto más abajo llega al “sótano” de los pilares, una plataforma sobre un lago donde están los mismos pilares de arriba, rodeados por murales que muestran criaturas azules y aladas luchando con otras verdosas en una gran guerra, después parecen construir los pilares y finalmente se les ve afligidos por la sed de sangre típica de los vampiros. Ahí escucha la voz de Elder God.

Cuando Raziel mira, ve que el gran tentaculoso dios está en lo profundo del lago, desde ahí le cuenta que es atemporal y eterno, el eje de la “rueda de la vida” y por eso sabe lo mismo que su versión “futura”. Luego lo insta a que mate a Kain y cumpla con su destino, pero el azul guerrero no le cree, empezando a creer que lo tiene controlado.

El Pantano de Varg… de Vorador.

Raziel avanza por la fosa y llega a un pantano, allí encuentra una cámara del tiempo cerrada y ve al vampiro Vorador (el troncha-círculos) pero se desaparece antes de alcanzarlo. Sigue avanzando y encuentra otro templo al que solo puede entrar el portador de la cegadora, allí descubre la forja oscura, con ella mejora la cegadora espectral llenándola de sombras, eso activa una red de fraguas oscuras por todo Nosgoth, donde nuestro héroe asume podrá llenar de sombra la cegadora. Ve también más murales de la guerra de los alados y los feos verdes en su aventura por el lugar.

Cuando sale, Vorador lo está esperando, primero hablan un poco de lo jodido que es Moebius y lo mucho que lo odian, luego el viejo vampiro le explica a Raziel que las pinturas que vio son lo que queda una vieja raza ya extinta, cosas que él cree son falsas, le cuenta que era Janos Audron el ultimo de esa estirpe, pero que murió hace 500 años. El guerrero sin mandíbula se va, a buscar una manera de viajar al pasado (así, como cuando uno viaja 500 años al pasado para ver a un famoso).

Back to the Sárafan joint

El cegador de almas viaja entonces de regreso a la fortaleza Sárafan, en el camino se encuentra con Elder God, quien se molesta por su demora en matar a Kain, pero Razi no le tiene miedo y lo manda al carajo. Luego entra a otro templo y encuentra la fragua de la luz, junto a unos murales que muestran como los alados construyeron los pilares y acabaron a sus enemigos. Con el poder de la luz se adentra en la fortaleza de Moe, donde Kain lo espera junto al mausoleo de Guillermo.

Allí los dos tienen una conversación sobre como Kain regresó en el tiempo y mató a Guillermo para evitar que se transformara en La Némesis (véase Ottmarsi y Guille), pero todo fue una manipulación de Moebius; ese evento le trajo una idea al vampiro: la historia es inmutable, pero cuando dos cegadoras se unen, el tiempo puede cambiar. Acto seguido toma la segadora material y se la entrega a Razi, él siente un gran desplazamiento y luego la espada casi lo obliga a matar a Kain, pero Raziel se resiste y logra hacer “lo que no debería pasar” dejar al vampiro vivo. Ambos se despiden, con nuestro héroe siendo motivado por su rival, para que ahora proveche la libertad que ganó al no hacer lo que se suponía que debía.

Razi llega entonces a la cámara del tiempo que vio al principio, donde se aparece un aterrado Moebius, a punta de amenazas lo obliga a encender el artefacto y mandarlo al pasado, pero claro, igual que como nos hacen los de servicio técnico por no saber, el tejedor lo tumba y en su lugar lo envía cien años al futuro.

Lo que pasa por no leer la letra chiquita

En el futuro, Raziel se ve en un mundo en completa decadencia, con demonios saltando a la realidad y todo, en general, se fue a la mierda. Ahí ve una estatua de Moebius que sostiene la cabeza de Vorador, luego se encuentra con un par de fantasmas: en la fortaleza se encuentra el de Moe, quien fue asesinado hace años por Kain (véase Ottmarsi y Guille), que le dice que toda la decadencia es culpa del vampiro; luego en los pilares se encuentra con el de Ariel, quien también culpa al “creador” de Razi, en ambos casos nuestro héroe les dice que todo hace parte de una conspiración y justo después los manda al carajo.

Va hasta la cámara de Elder God, quien ahora es más grande, lo que Raziel toma como que el tentaculoso crece conforme el daño es mayor, lo compara con un parásito o un cáncer del mundo, el dios se enfurece pero Razi lo deja con los crespos hechos (si tuviera). Luego llega al pantano, donde ve que se ha abierto un camino a un pueblo abandonado, allí encuentra una torre alta, que una vez explorada revela ser el antiguo hogar de Janos Audron. Sigue su viaje y se topa con Kain, juntos discuten sobre la gran conspiración que parece cernirse sobre sus cabezas y de nuevo se separan.

Finalmente llega a otro templo, donde encuentra la fragua del viento y murales que cuentan como los alados fueron maldecidos con sed de sangre en la antigua gran guerra. Con el poder del viento Razi regresa al pantano y vuela la pared de la cámara temporal que vio ahí, la usa (de forma totalmente irresponsable, he de agregar) esperando llegar al tiempo correcto.

Mucha suerte

Y sí, Raziel llega al tiempo correcto. Explora de nuevo el pueblo, ahora lleno de vida (de vida Sárafan, pues es la época de la gran cruzada) y abre un camino hacia la torre (que no está en ruinas como la vio en el futuro). Ahí finalmente encuentra a Janos Audron. El antiguo reconoce a Razi, aunque no dice por qué; le cuenta que fue su raza, los vampiros originales, quienes crearon los pilares y forjaron la cegadora, le dice que no son nueve los guardianes, sino diez, nueve de los pilares y uno de la cegadora; en un principio los vampiros antiguos eran elegidos como los protectores de aquellas estructuras, pero fueron muriendo y los pilares tuvieron que elegir humanos, dado que la selección se da al nacer y los nuevos vampiros no nacen, sino se convierten. Hablan también de Kain y Vorador, quien era aprendiz de Janos.

Raziel le pregunta si su labor es la de ser alguna clase de “mesías impío” a lo que Janos responde explicando que sí, es un mesías, pero no es impío de ninguna forma. Luego le muestra la cegadora material, Razi se asusta al verla, pero no siente ningún desplazamiento. Justo ahí llegan los Sárafan, quienes tomaron el camino abierto por nuestro azul héroe, portan el báculo repele-vampiros de Moebius y con eso desactivan su cegadora espectral. Antes de que el combate inicie, Janos teletransporta al Cegador de Almas a otro lugar.

Ese otro lugar es la fragua del fuego, donde Raziel obtiene ese poder y abre un camino de regreso a donde está Janos. Cuál sería su sorpresa cuando al llegar, vio que quienes atacan al antiguo vampiro no eran otros que Raziel humano y sus hermanos, antes de que Kain los desenterrara para transformarlos; ellos matan a su objetivo y le sacan el corazón (Véase El edén oscuro), toman la cegadora material y parten. Razi se alcanza a despedir de Janos y le asegura que recuperará su órgano vital y la espada sagrada.

Kicking some ass!

Así, nuestro héroe se dirige de nuevo a la fortaleza, vuelve a verse con Elder God y se pregunta si no lo “revivió” sino más bien estaba ahí cuando despertó (véase Se fue, sin mandíbula pero se fue). Finalmente llega al templo Sárafan, donde encuentra fácilmente la cegadora material, antes de tocarla se le aparecen Moebius (con el báculo) y Malek (véase Intro Blood Omen) que lo esperaban. Moe fastidia un poco a Razi, diciéndole que no podrá escapar, cuando se escuchan los gritos de los nueve guardianes de aquella época, quienes están siendo masacrados por Vorador. El pobre de Malek intenta ir, pero el tejedor no lo deja; en medio de su discusión, Raziel toma la cegadora material para defenderse, el guardián del pilar del conflicto finalmente se va y Moebius logra cerrar la puerta, forzando a nuestro héroe a buscar otro camino con su nueva arma, la que no puede soltar, por más que quiera.

Andando por la fortaleza, Raziel se enfrenta a sus viejos hermanos cuando aún eran mortales, luchando incluso contra sí mismo (y matándolos a todos, faltaba más). Cuando termina los combates la cegadora espectral se desenrosca sola, Razi siente sus hambres juntas ahí, la material quiere sangre, la espectral almas. De un momento a otro la espada atraviesa a nuestro héroe, mientras siente como es consumido se da cuenta de una terrible verdad: la cegadora nunca fue concebida para consumir almas, la parte del arma que hace tal cosa es y siempre ha sido, él; la espada se rompió en su pelea con Kain porque no podía consumirse a sí misma (véase El Santuario de los Clanes), pero ahora, en este tiempo, el sable sin alma finalmente absorbería su esencia.

Raziel está entonces siendo lentamente consumido por su otrora fiel arma, comprendiendo lo negro de su destino, cuando aparece Kain de la nada; al principio el cegador de almas lo culpa de lo que pasa, pero justo cuando está casi a punto de consumirse el vampiro le retira el arma, vuelve así a darse el mismo desplazamiento de antes, Razi contempla como nuevos recuerdos se forman en Kain y ve como el terror se le trepa en el rostro: antes de que el herido guerrero azul se desvanezca en plano espectral escucha una corta advertencia de su rival sobre la importancia de que Janos Audron siga muerto, pues “El Hylden… (véase Finalmente: Lord Hylden). Lo demás se pierde, pues el pobre Raziel queda solo, recordando una enorme verdad (que de paso lo deja a uno esperando más): La historia odia la paradoja.

La cita elegida del juego:

“Moebius te llevó aquí, pero tú te has desherrado. Un campeón del libre albedrio y conquistador de historias falsas.” Kain a Raziel.

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1 comentario:

  1. Alguien me ayude quiero estudiar inglés, creen ustedes que el american School Way es un buen sitio para aprender

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