jueves, 2 de diciembre de 2010

“Colombianadas” y otras pendejadas más

Por Mr. D, (Facebook,Patreon)

Hablaba con mi capullito de alelí (valla uno a saber cómo carajos es un alelí) sobre este video en particular para darle una evaluación dentro del marco del Paris and Eliana Standard, pero nos dimos cuenta que el video en sí nos llevaba a pensar en otras cosas similares, como las populares “Colombianadas”, las parodias de “Los Cantores de Chipuco” o las presentaciones de comedia del lastimosamente famoso “Sábados Felices”. Muchas formas populares de humor que, a nuestro parecer, simplemente se remontan a un predecible esquema recurrente que a punta de clichés degrada nuestra identidad como nación.



El petardo del video, (sí, sigue siendo una gueva) se confió y nos hizo perder una medalla de oro en el mundial de patinaje (creo), estoy completamente de acuerdo con que esto salga en bloopers y demás, es apenas lógico. Sin embargo resulta bastante irritante la forma como se percibe este video: como una gran muestra de estupidez colombiana, una popular “colombianada”. He notado como existe un número cada vez más grande de muestras de estas “colombianadas” en la red; hay de todo un poco y para todos los gustos (pero ni por el putas pongo una de esas imágenes en mi blog). La verdad me parecía un poco “sano” mofarse con vehemencia de algunas de estas fotografías, pues eran prototipos peculiares de cuan mediocre, degradado o bruto puede llegar a ser alguien, pero con el tiempo noté que lo que antes era claramente condenable comenzó a desdibujarse y a cobrar otro sentido; ya no era la foto del tipo que encadena la defensa de un carro a una moto horizontalmente, sino el letrero de un restaurante que con originalidad llamaba a sus pescados “comida sana y lenta” y a su negocio “McOndo’s”; ya no era la gente riéndose de lo pendejo de algunos, si no de lo “vulgar” de todos, de lo indigno del colombiano.

Cosas similares también existen en otras formas de “humor” (igual de obvias). Por ejemplo tenemos este video paródico de los “Cantores de Chipuco” (que no les pido que vean completo, yo no lo hice, de hecho escuche apartes de la canción en un bus no más)



(Bueno, la verdad intenté verlo mientras lo ponía aquí; no pude) No voy a explicar de qué se trata el video, sino de lo que su “humor” vende: que somos unos brutos de mierda. Tan simple como eso, somos unos brutos a los que nos queda grande el inglés y para los que Estados Unidos es una especie de paraíso inalcanzable e inmerecido; toda una joya de la comedia nacional.

Esto no es un discurso político ni nada por el estilo, es más bien una crítica frente a lo obvio y estúpido de estas muestras de “humor”, una cosa es tener el carácter para poder burlarse de uno mismo y otra cosa es crear un peyorativo como “colombianada” que solo denota indignidad y ponérselo a las cosas que uno mismo hace; o crear estas canciones sobre nosotros mismos y para nosotros mismos en las que solo vivimos repitiendo que nos queda grande todo lo que esté más allá de nuestro patio. Eso ya no es burla, es autodegradación.

Existe sin embargo un claro contra argumento frente a esta idea: es labor del humorista que decide hacerlo, resaltar lo obvio de un grupo particular, darle pronta parodia y generar risas en él. Sí, eso es cierto, pero como todo tiene matices; ¿Por qué nos aburrimos tanto de algunos de los participantes que hablan de Colombia y de lo que es ser colombiano en Sábados Felices y nos reímos hasta el hastío con el monologo de Andrés López o, para los más viejos, lo que hizo Jaime Garzón? Simple: ambos resaltan cosas de ser de este país, el problema es que las primeras son demasiado evidentes, y las otras, si bien también tratan lo obvio, este no es el que ya conocemos, de lo que estamos al tanto, sino aquello que cuando nos es mencionado nos hace decir: ¡sí! ¡Así son las cosas! ¡Verdad que son así! Nos recuerdan eso que es tan evidente que lo hemos olvidado.

Solo pido un poco mas de precisión y un poco menos de autocompasión; es decir, claro, aquí hay gente bruta y basta, pero no todos somos así. A mí no me hace gracia lo mediocre de ese enfoque, me entristece ver que tiene tanta acogida y un buen número de colombianos siente pena de serlo. Este país está lleno hasta las entrañas de problemas, eso es tema de otro post u otro blog si es el caso, pero no por eso es indigno ser colombiano y creer que no podemos reírnos de nosotros sin escupirnos en la cara.

Por lo demás, ya revisé y el alelí es una flor que se me hace muy sencillita, habré de cambiarle el apodo a mi contertulia.

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