Por Mr. D, (Facebook,Patreon)
En el lejano año 2006, un hombre de visión, de grandes ideales para toda la raza humana, todo un filántropo bonachón y altruista logró su sueño. Tan importante benefactor de toda la civilización es apenas conocido en occidente como Sr. Matsumoto, pero su obra ya está marcando el ritmo que las generaciones presentes y futuras hasta el punto que apenas ahora empezamos a ver las implicaciones de su enorme y continuo trabajo. Este pensador futurista, este iluminado, empezó en aquel año con una empresa de esas que se quedan para las generaciones futuras, de esas que ofrecen productos que no simplemente calan en las masas, sino que las definen: TENGA.
La idea del Sr Matsumoto, fundador de TENGA, no es simplemente tener un futuro con aguas para todos, energía limpia, buena salud, calidad en educación y cosas por el estilo. No señores, este japonés vio mas allá, se atrevió a indagar no solo en los corazones de los hombres, sino también en las palmas de sus manos y descubrió una horrible condición miserable y patética que consumía con voraz apetito las almas y el empuje de la humanidad: la simplicidad masturbatoria. Aquella terrible tragedia que miles y miles de hombres tenían que vivir a diario cuando se fusionaban con el universo en soledad, siempre haciendo lo mismo, con los mismos objetos. Matsumoto no lo soportó más, las nauseas y pesadillas que le provocaba esta terrible realidad lo torturaban día tras noche y lo llevaron a tomar una decisión: él, nadie más sino él, tenía que actuar. Matsumoto soñó y trabajo duro por sus ideales y hoy, gracias a su esfuerzo, la raza humana cuenta con:
Pocos individuos han hecho tanto en tan poco tiempo por toda la humanidad. ¡Gracias Sr Miyamoto! Ahora el futuro es un poco más brillante, los japoneses un poco más frikos y los “llaneros solitarios “un poco más felices.
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