Por Mr. D, (Facebook,Patreon)
Hace poco escuché, con motivo del problema de correa con los militares en Ecuador (al parecer les dieron mucha), a alguien en la radio afirmando que, por sus declaraciones sobre el tema, Hugo Chávez era el máximo exponente de la “humorpolítica” de Latinoamérica. Para serles sincero tendría que discrepar con él, si bien Huguito para mí era el epítome de los desaciertos y la ridiculez desinformada, demagógica y politiquera por experiencia, Evo “el rompe huevos” Morales, ya supero a su maestro…y por mucho.
Una cosa es afirmar como dijo Chávez que “oscuros poderes” están detrás del golpe en Ecuador y otra muy distinta, más grave (e hilarante), es que UN JEFE DE ESTADO afirme, a si como si nada, que otra nación (que para tipos como él siempre será los Estados Unidos), está detrás de eso. ¿Cómo (carajos) es eso un acto aceptable? Para este tipo TODO, literalmente TODO lo malo que pasa en Latinoamérica, tiene de alguna u otra manera algo que ver con Estados Unidos.
Pero bueno, intentemos en este momento pensar que puede ser simple (irrazonable y estúpida) paranoia y que el Señor Evo solo cometió (¿o comete?) un error, eso no lo hace el máximo exponente de la “humorpolitica” latina, ¿cierto? Pero esto sin embargo…
O esto:
No me malinterpreten, soy consciente que el presidente de Bolivia es un hombre que viene de abajo, proveniente de una familia criadora de llamas de la región de Oruro (teso el wikaso ¿no?), que es el primer presidente indígena de una nación cuya población está compuesta en un 80% por etnias de este tipo (lo que daría a entender que rompió una especie de control de la minorías), pero ¡Por Dios, sigue siendo un presidente! ¿Cómo espera este país plantarle cara al mundo (o así mismo) con un tipo que hace estas payasadas sin ningún tipo de reparo, remordimiento o rectificación? El hecho de que un pueblo elija a sus dirigentes simplemente porque son tipos parecidos a ellos no le garantiza que sean buenos líderes, es como si yo votara sin analizar a cualquier candidato que sea alto, fornido, con porte, garbo y distinción excepcionales, increíblemente sexy y obscenamente bueno en la cama: ¡Una locura!
Ah y sobre lo del rompe huevos…
Al carajo, este tipo de verdad que se lleva por delante a Chávez.
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